Buscar este blog

Translate / Traducir / Traduzir / Tradurre / übersetzen / 翻譯 / 翻译 / 翻訳する / tłumacz

Translate / Traducir / Traduzir / Tradurre / Traduire / 翻譯 / 翻译 / 翻訳する

miércoles, 12 de diciembre de 2018

NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE - 12 de Diciembre



NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

Advocación Mariana.
Patrona: de toda Latinoamérica.
Su día: 12 de diciembre.
Aparición: 12 de Diciembre de 1531, en México, ante san Juan Diego y Juan Bernardino.

La Virgen de Guadalupe es muy importante para la fe de todos los mexicanos, pues en ella nuestra Madre del Cielo manifestó claramente su amor de predilección por este pueblo, dejando un hermoso mensaje lleno de ternura y dejando su imagen grabada en un ayate como muestra de su amor.

Es protectora de los niños por nacer.


martes, 25 de septiembre de 2018

NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS - 25 de Septiembre


NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO
DE SAN NICOLÁS

Advocación Mariana.
Patrona: De San Nicolás De Los Arroyos

Su día: 25 de Septiembre.

Apariciones: El 25 de Setiembre de 1983, en la ciudad de San Nicolás una mujer llamada Gladys Quiroga de Motta, dice ver y oír a la Santísima Virgen. Más tarde, descubre que la Virgen se le aparece como la Virgen del Rosario.

La Santísima Virgen, le había pedido la construcción de un templo en su honor, en el lugar de las apariciones. La Virgen comienza a darle una serie de mensajes y citas bíblicas, llamando a la oración, a la conversión y a la consagración.

domingo, 9 de septiembre de 2018

VIRGEN NIÑA - 9 de Septiembre


VIRGEN NIÑA

Día: 9 de Septiembre.


La Fiesta de la Presentación de María en el templo se celebra el 21 de noviembre y es muy antigua ya que su celebración en la Iglesia oriental se remonta al siglo VI. En occidente no se adoptó hasta el siglo XIV.
De ese hecho surgen las devociones a la Virgen Niña, Divina Infantita o Maria Bambina.
Su carisma es el de revivir en la Iglesia el anonadamiento de Cristo a través de la imitación de María en el misterio de su infancia

ORACIÓN DE LA PRESENTACIÓN DE NUESTRA SEÑORA AL TEMPLO
Dios te salve, María suavisima, a quien tus santísimos padres trajeron al templo, y en tu tierna edad presentaron al Señor y ofrecieron a su servicio, para que en dejando los pechos de tu madre le hicieses sacrificio de ti misma, y como fruta temprana, fresca y cogida del árbol con su flor fueses más gustosa y agradable a aquel Señor que es fruto de tu sagrado vientre.
En el templo material entraste, y le santificaste e ilustraste para que fuese más glorioso que el que edificó el Rey Salomón, porque tú eres el templo vivo de Dios, y como un Sancta Sanctorum adonde no es lícito entrar sino al sumo Sacerdote según la orden de Melquisedec, y como la verdadera arca del Testamento en que está la urna del maná con que sustenta el cielo y la tierra.
Aquí viviste y pasaste tu niñez, y fuiste modelo perfectísimo de santidad, y derramaste el olor suavísimo de todas las virtudes; y como alférez y Virgen de las vírgenes, te consagraste toda a Dios, y fuiste la primera que hizo voto de perpetua virginidad con alegre y determinada voluntad, abriendo camino con tu ejemplo a todas las vírgenes que después te han seguido y seguirán; y le guardaste tan perfectamente, que más parecías ángel sin cuerpo que doncella en carne mortal.
Y pues fuiste tan acabado dechado de pureza, que sola tu vista penetraba los corazones de los que te miraban con una lumbre celestial, y criaba en ellos amor de honestidad, mírame, Señora, con esos ojos amorosos y eficaces, para que de tal manera mi ánima y mi cuerpo florezcan con la castidad, que ninguna fealdad me ensucie, ningún vicio me posea, y a ningún deleite consienta.
¡Oh Reina mía, esperanza mía y alegría mía de mi corazón! que viviendo en el templo, con la soledad, silencio y quietud te disponías a la contemplación y unión con Dios, y eras tan regalada de él y tan visible de los ángeles, que más morabas en el cielo que en la tierra, y más vivía tu espíritu con el espíritu del Señor que tu cuerpo con tu espíritu; alcánzame por tus merecimientos amor del silencio y del reposo espiritual, para que estos sean mis deleites todo el tiempo que fuere detenido en la cárcel de este cuerpo, por Jesucristo tu benditísimo Hijo, que vive y reina en los siglos de los siglos. Amén.


ORACIÓN I
La niña María
– ¡qué gracia en su vuelo!-
paloma del cielo,
al templo subía
y a Dios ofrecía
el más puro don:
sagrario y mansión
por él consagrada
y a él reservada
en su corazón.
¡Oh blanca azucena!,
la Sabiduría
su trono te hacía,
dorada patena,
de la gracia llena,
llena de hermosura.
Tu luz, Virgen pura,
niña inmaculada,
rasgue en alborada
nuestra noche oscura.
Tu presentación,
princesa María,
de paz y alegría
llena el corazón.
De Dios posesión
y casa habitada,
eres la morada
de la Trinidad.
A su Majestad
la gloria le sea dada. Amén.

ORACIÓN II
Dulcísima Niña María, radiante Aurora del Astro Rey, Jesús, escogida por Dios desde la eternidad para ser la Reina de los cielos, el consuelo de la tierra, la alegría de los ángeles, el templo y sagrario de la adorable Trinidad, la Madre de un Dios humanado; me tienes a tus plantas, oh infantil Princesa, contemplando los encantos de tu santa infancia. En tu rostro bellísimo se refleja la sonrisa de la Divina Bondad, tus dulces labios se entreabren para decirme: “Confianza, paz y amor…”
¿Cómo no amarte, María, luz y consuelo de mi alma…, ya que te complaces en verte obsequiada y honrada en tu preciosa imagen de Reina parvulita? Yo me consagro a tu servicio con todo mi corazón. Te entrego, amable Reina, mi persona, mis intereses temporales y eternos. Bendíceme Niña Inmaculada, bendice también y protege a todos los seres queridos de mi familia. Se tu, Infantil Soberana, la alegría, la dulce Reina de mi hogar, a fin de que por tu intercesión y tus encantos reine e impere en mi corazón y en todos los que amo, el dulcísimo Corazón de Jesús Sacramentado. Amén.

ORACIÓN III
Te entrego, Virgen Niña, mi corazón para que lo presentes a Jesús.
Por el amor y complacencia con que te aceptó, cuando a la temprana edad de tres años te consagraste a El, suplícale acepte el mío e imprima en él las virtudes que le faltan, para que, a imitación del tuyo, le sea agradable.
Enséñame o despreciar las honras vanas del mundo; haz que siempre sea mi único anhelo crecer en el amor de Dios, cumpliendo siempre su divina Voluntad.
Te presento también los corazones de los que no te conocen y no pueden amarte. Oh Virgen Niña, atráelos con tus inspiraciones para que, amándote todos como hijos, vayamos a cantar las glorias y magnificencias de tu hijo Jesús, nuestro Señor en el Cielo. Amén.

ORACIÓN IV
Niña celestial, que con tantos prodigios de gracias te dignaste mostrar tus deseos de ver honrada tu tierna infancia -aquel período de tu existencia que fue tan grande ante Dios, por el privilegio de tu inmaculada concepción y natividad dichosa.
Tú, la más privilegiada entre las hijas de Eva, vuelve hacia mí, desde esa preciosa Cuna, tus ojos llenos de dulzura y bondad, y continuando tu oficio de Mediadora y Abogada, haz que vea cumplida mi súplica.
No salga yo defraudada en mis esperanzas de tu venerada Cuna, sino que consiga las gracias y los consuelos que te pido.
A mí y a todos, ¡oh María!, alcánzanos el verdadero espíritu de la devoción a Ti, ¡Virgen Niña!, y el don inapreciable de la perseverancia final. Así sea.

ORACIÓN V
¡Oh! Santísima Virgen Niña, que viniendo al mundo consolaste la tierra que en Ti saludó la aurora de la Redención por los prodigios de gracia que derramaste entre nosotros, escucha piadosa mis súplicas.
En las penas que me afligen y especialmente en la necesidad que en este momento me  oprime, toda mi esperanza está en Ti, ¡oh dulce Virgencita! Muéstrame pues que el tesoro de gracias que dispensas es inagotable, porque ilimitado es tu poder sobre el Corazón paternal de Dios.
Escucha ¡oh Virgen Niña! mi ardiente súplica y alabaré eternamente la bondad de tu corazón.
Rezar tres Avemarías y una Salve.

ORACIÓN VI
Santa Madre María, tú que desde temprana edad te consagraste al Altísimo, 
aceptando desde una libertad poseída el servirle plenamente como templo inmaculado, tú que confiando en tus santos padres, San Joaquín y Santa Anita, respondiste con una obediencia amorosa al llamado de Dios Padre, tú que ya desde ese momento en el que tus padres te presentaron en el Templo percibiste en tu interior el profundo designio de Dios Amor; enséñanos Madre Buena a ser valientes seguidores de tu Hijo, anunciándolo en cada momento de nuestra vida desde una generosa y firme respuesta al Plan de Dios.

Amen.


ORACIÓN VI

Santa Madre María, tú que desde temprana edad te consagraste al Altísimo, aceptando desde una libertad poseída el servirle plenamente como templo inmaculado, tú que confiando en tus santos padres, San Joaquín y Santa Anita, respondiste con una obediencia amorosa al llamado de Dios Padre, tú que ya desde ese momento en el que tus padres te presentaron en el Templo percibiste en tu interior el profundo designio de Dios Amor; enséñanos Madre Buena a ser valientes seguidores de tu Hijo, anunciándolo en cada momento de nuestra vida desde una generosa y firme respuesta al Plan de Dios.
Amen.

Fuente: forosdelavirgen.org

sábado, 11 de agosto de 2018

SANTA CLARA DE ASÍS - 11 de Agosto




SANTA CLARA DE ASÍS

Clara nació en Asís, Italia, en el año 1193. Su padre, Favarone Offeduccio, era un caballero rico y poderoso. Su madre, Ortolana, descendiente de familia noble y feudal, era una mujer muy cristiana, de ardiente piedad y de gran celo por el Señor. 
Santa Clara fue discípula de San Francisco de Asís y quiso seguir el camino de austeridad señalado por él a pesar de la oposición familiar. Ella despertó la vocación de su hermana Inés y con otras dieciséis jóvenes parientas se dispuso a fundar una comunidad. Fue un ejemplo de humildad y trabajo.
Desde sus primeros años Clara se vio dotada de innumerables virtudes aunque su ambiente familiar pedía otra cosa de ella.
Ya en ese entonces se oía de los Hermanos Menores, seguidores de San Francisco. Clara sentía gran compasión y gran amor por ellos. Se sentía unida de corazón a ellos y a su visión.
El Domingo de Ramos de 1212 Clara, después de escuchar los fervorosos sermones de San Francisco, buscó refugio en el grupo de los Frailes Menores. Olvidó a su novio y abandonó la vida de riquezas, honores y comodidades. En el Cielo brillaban las estrellas cuando, de rodillas ante San Francisco de Asís, hizo clara la promesa de renunciar a la riquezas y comodidades del mundo y de dedicarse a una vida de oración, pobreza y penitencia. El Santo, como primer paso le cortó el cabello y la consagró como novia de Cristo y la acompañó al convento de monjas más cercano. Desde entonces cada noche el cielo le recordó sus votos hechos en la pequeña Porciúncula, sin romper nunca su juramento, aunque sus parientes insistieron permanentemente que volviera a vestirse de seda. Clara se quedó más de 40 años, penó y oró en el pequeño convento de San Damián por el mundo, primero sola luego como madre espiritual de muchas compañeras que no se amedrentaban por la extrema pobreza y mortificaciones. Nunca antes el aislamiento del mundo se había realizado con tanto rigor como en la nueva orden femenina llamada las Clarisas Pobres. Ellas pedían limosna aunque trataban de ganarse el sustento con el trabajo de sus manos.
En 1241 los sarracenos atacaron la ciudad de Asís. Cuando se acercaban a atacar el convento que está en la falda de la loma, en el exterior de las murallas de Asís, las monjas se fueron a rezar muy asustadas y Santa Clara que era extraordinariamente devota al Santísimo Sacramento, tomó en sus manos la custodia con la hostia consagrada y se les enfrentó a los atacantes. Ellos experimentaron en ese momento tan terrible oleada de terror que huyeron despavoridos.
Santa Clara estuvo enferma 27 años en el convento de San Damian, soportando todos los sufrimientos de su enfermedad con paciencia heroica. En su lecho bordaba, hacía costuras y oraba sin cesar. El Sumo Pontífice la visitó dos veces y exclamó "Ojalá yo tuviera tan poquita necesidad de ser perdonado como la que tiene esta santa monjita".
En sus largas noches de sufrimientos solía rezar “el cántico del sol” entonado por San Francisco, enfermo medio ciego y atormentado por múltiples congojas. A ejemplo de su padre espiritual, ella se refugió en las heridas del Salvador y su alma permaneció tranquila hasta la hora de su muerte.
El 10 de agosto del año 1253, a los 60 años de edad y 41 años de ser religiosa, y dos días después de que su regla sea aprobada por el Papa, se fue al cielo a recibir su premio. En sus manos, estaba la regla bendita, por la que ella dio su vida.
Los santos nos revelan nuestros caminos torcidos y nos enseñan como rectificarlos. En la Basílica de Santa Clara encontramos su cuerpo incorrupto.



Gloriosísima virgen

y dignísima madre santa Clara de Asís,
espejo clarísimo de santidad y pureza,
base firme de la más viva fe,
llamarada de perfecta claridad
y erario riquísimo de todas las virtudes.

Por todos estos favores con que
el Divino Esposo os colmó,
y por la especial prerrogativa
de haber hecho a vuestra alma
trono de su infinita grandeza,
alcánzanos de tu inmensa piedad,
que limpie nuestras almas
de las manchas y de las culpas,
y, destituidas de todo efecto terreno,
sean templo digno de su morada.

También te suplicamos por la paz
y tranquilidad de la Iglesia,
para que se conserve siempre en la unidad de fe,
de la santidad y de las costumbres,
que la hacen incontrastable
a los esfuerzos de sus enemigos.

Y si fuese para mayor gloria de Dios
y bien espiritual mío
concededme, os ruego 
cuanto pido en esta oración,
y el favor especial que tanto necesito:

(hacer la petición).

Apiadaros de mi y conseguidme
rápida y favorable solución
a esta urgente y apremiante solicitud,
que agobia y entristece mi corazón. 

Vos, como Madre y protectora,
no me abandonéis en este difícil trance,
presentad mis deseos ante el Trono de Dios,
pues yo confío en la bondad infinita,
que por vuestros méritos alcanzaré,
para mayor honra y gloria
de Nuestro Señor,
que vive y reina por los siglos de los siglos,

Amén.

Rezar, con gran confianza y fe en la intercesión
de santa Clara de Asís,
tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.



Fuente: inmaculadamadre-salta.org / aciprensa.com