San Plácido - 5 de Octubre
Nombre: San Plácido (Placitus)
Nacimiento: Siglo III
Fallecimiento: Siglo IV
Es un mártir y santo cristiano. Junto a San Eutiquio (Euticius), Vitorino y sus hermanas Flavia, Donata, Firmata el diácono, Fausto, y otros treinta cristianos, han sido venerados como mártires por la iglesia católica. Según la tradición, fueron martirizados por los piratas de Messina o bajo órdenes del emperador Diocleciano.
En sus "Acts", este Plácidos es confundido con un santo del mismo nombre, seguidor de San Benito. Por lo tanto, la leyenda de este mártir siciliano desconocido cuenta la marcha de éste a Italia en 541, para fundar un monasterio en Messina, del que fue abad, y donde se dice que fue martirizado junto con treinta compañeros.
Fue Una de las maravillas que se siente al escribir estas breves biografías es ver cómo la Iglesia, que nació entre gente sencilla, ha sido y es semilla cultural, espiritual y humana en todo el mundo.
Este joven vivió en pleno siglo VI. Durante más de cinco siglos, los benedictinos lo honraron como un fiel servidor de Dios no siendo ni obispo ni mártir.
San Gregorio Magno, sin embargo, nos enseña en sus magníficos “Diálogos” que desde muy joven fue confiado a san Benito.
Este, llevado de su santidad hecha realidad en sus obras, se lo llevó consigo primeramente a Subiaco y a continuación a Mote Casino, en donde murió plácidamente en su lecho.
Otros benedictinos posteriores, concretamente en el siglo XII, le compusieron una “pasión” (especie de obra teatral para ser representada en las puertas de las iglesias). Estos benedictinos pertenecían a Sicilia y fueron ellos los que comenzaron a considerarlo como un mártir.
Dicen que vino de Monte Casino a Mesina. Aquí – cosa de siempre – los piratas invadieron el monasterio, lo saquearon y sometieron a torturas los monjes.
Al final del siglo XVI, comenzaron a hacerse excavaciones arqueológicas. Y resulta que en Mesina encontraron muchos esqueletos. Una vez estudiados, se atribuyeron a los monjes que habían sido asesinados por los piratas invasores y saqueadores. Quisieron obligarles a apostatar de su en Cristo y, al no cometer semejante injuria contra Dios, les dieron muerte.
Históricamente, es mucho más seguro que Plácido muriera en Monte Casino, pero basta para su gloria la certeza de haber sido uno de los discípulos predilectos del santo de Nursia, de uno de cuyos milagros fue protagonista: Un día san Benito pidió a Plácido, quien era aún un niño, le trajera agua, al cabo de un rato vio en espíritu que un niño se estaba ahogando en el lago y entonces ordenó a Mauro que fuera a salvarle; el monje así lo hizo, obedeciendo tan ciegamente que su fe le permitió andar sobre las aguas, luego el abad y Mauro porfiaron largamente atribuyéndose el uno al otro el mérito de aquel prodigio.
Fuentes consultadas:
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